Isa u casopisu Luz

Es la malvada más linda de la televisión. Interpreta a Serena en la novela de Telefé, Don Juan y su bella dama, pero afirma que ella no es ni un poco
parecida a su personaje. Prolija, simpática, seductora y sensible, confiesa algunas de sus manías por el orden, sin embargo, prefiere el silencio y se niega a hablar de Facundo Arana y de su flamante noviazgo.


Tiene la cara chiquita y usa unos anteojos muy grandes que se la tapan casi por completo; sólo queda a la vista su cándida sonrisa y su característico lunar. Llega al hotel Vitrum para hacer la entrevista, un poco atolondrada, cargando a su perrito Bauer (como Jack de la serie 24), gesticulando y sacudiendo el cuerpo con simpáticos y alegres movimientos amplios y ondulantes. Esa mañana la tenía libre de las grabaciones de Don Juan y su bella dama, donde interpreta a Serena, una mujer mala con todas las letras.
Es modelo de la agencia Multitalent y hace once años que trabaja como actriz, pero la primera vez que hizo de malvada fue en Floricienta y, según ella, destapó “una olla con un mundo laboral nuevo”. Más allá de su talento, muchas veces la prensa la buscó por ser la novia de uno de los grandes galanes, Facundo Arana, con quien estuvo durante 10 años; y después, por su separación y la repentina paternidad del actor con María Susini. Pero el perfil bajo y la sensibilidad siempre fueron su sello característico y hoy, de novia con Simón Brochard (empresario gastronómico) pasa su tiempo libre yendo al teatro, viajando por el mundo, haciendo listas de todo lo que quiere en la vida y, fundamentalmente, leyendo sobre filosofía oriental.

-¿Cómo empezaste a interesarte en textos tan espirituales, como el de Ravi Shankar o el de Louise Hay, que habla del poder sanador de la mente?
-Descubrí libros que hablan de la autocuración porque en general los remedios me hacen mal. Leí un montón. Creo absolutamente en la capacidad de la mente y cada vez que tengo un dolor no tomo remedios: sólo me tiro a reflexionar qué es lo que me está pasando y empiezo a identificar qué me genera el malestar. Es como una terapia para mí, es algo muy personal... Aunque tal vez debería ir a hacerme ver, ¿no? (risas). Pero hablando en serio, el poder de la mente existe. Por ejemplo, uso la ley de atracción porque creo que cuando alguien desea mucho algo lo logra.

-¿Por eso armás listas con todo lo que querés hacer?
-Sí porque siento que cuando uno anhela mucho algo y se ordena, lo puede tener. Te abrís y te das cuenta de que lo que querés no es tan complejo como pensabas. La onda es no quedarse llorando por las cosas que no pasaron. Hay que trabajar mentalmente para ganar, hay que poner la cabeza en funcionamiento. Una de las cosas que a mí me encantan son los viajes y me hice un listado de todos los lugares que quiero visitar.

-¿Te preocupa la realidad de los países que visitás? ¿Mirás los noticieros?
-No (rotundo y seco).

-¿Por qué?
-Me hace mal, me quedo muy angustiada y no es mi manera de colaborar.

-¿Cuál es tu forma?
-Me gusta tejer... tejo, tejo, tejo y lo llevo a algún hospital o a la gente que lo necesita. Hice unas batitas con shorts, escarpines y gorros divinos, en colores verde agua, rosa, amarillo, blanco y celeste con todas las lanas que conseguí.

-¿Sos una persona religiosa?
-Creo en Dios, pero no voy a la iglesia salvo para Navidad y Año Nuevo para acompañar a mi familia. En realidad hago lo que tengo ganas, si un día paso por delante de una iglesia, y quiero, me meto, no necesito que sea domingo. No soy practicante, aunque si no rezo a la noche antes de dormir no me duermo.

(Mira el televisor donde están pasando una escena de Don Juan... donde aparece ella)

-¿Te divierte hacer de mala?
-¡Me encanta! Me parece que es mucho más amplio lo que podés hacer que con otros papeles. Con Serena aprendí un montón y lo mejor es que cuando me veo en la pantalla, me creo todo: que Serena es una mina derecha, seria, que ni pestañea, ¡¡nada!! (risas). Para lograr eso le pedí al director, el Negro Luna (una persona maravillosa), que me ayudara y que me marcara cuando me movía mucho, porque no me puedo quedar quieta un segundo. Todo mi cuerpo se quería mover y estaba tiesa, toda derecha sin pestañar. Eso hacía que terminara las escenas toda transpirada. Mis manos eran agua.

-Pero además de mala sos muy sexy. ¿Te sentís cómoda en esa interpretación?
-Sí, re cómoda (risas). No me pesa tener buenas piernas. No tengo problemas con mi cuerpo ni otros conflictos. Ahora estamos con escenas de sexo muy jugadas, que no hice ¡¡en mi vida!!! Bah, sí había hecho una con Gustavo Bermúdez hace 200 años, pero era más chica y no entendía bien las cosas... tenía más complejos. En este momento estoy re jugada porque yo también soy espectadora y me gusta ver cosas creíbles. Prefiero que la gente cambie de canal por pudor a que no me crea el papel. Pongo todo de mí para que salga lo mejor. Por eso no trazo límites y no me gustaría tampoco que me limitaran a mí en una escena determinada.

-Dicen que sos muy prolija, casi obsesiva ¿Es cierto eso?
-Sí, es verdad (risas). Por ejemplo, al libreto le voy arrancando las hojas a medida que vamos terminando las escenas; ahora no tanto, pero antes, a las revistas las leía íntegras, desde el primer recuadro hasta el staff, pasando por la letra chica de los avisos; también ordeno mi guardarropa muy seguido: organizo de blanco a negro en degradé. Si llego a mi casa y hay colgada una campera azul entre las blancas, no es que me pongo a llorar, pero me pregunto cómo la persona que hizo esto no se da cuenta de que ahí están las cosas blancas. ¿Sabés las caras que vi en la gente que venía a trabajar en casa al abrir mis cajones? (risas). Soy muy prolija y en mi mente todas estas cosas están muy ordenadas. Por eso creo que estudio tanto y soy muy meticulosa, porque no me gusta perder el tiempo ni que me lo hagan perder.

-En otro orden de cosas, estuviste un año y medio sola y ahora estás de novia. ¿Estás contenta?
-Sí, estoy de novia.

-¿Hace cuánto tiempo que están juntos?
-No sé.

-¿No sos de festejar los aniversarios?, ¿de contar los meses?
-No.

-Hay muchas fotos que los muestran a la salida de espectáculos y del teatro. ¿Qué otras cosas les gusta hacer juntos?
-(Silencio)

-¿No hacen otras cosas?
-Es que no quisiera hablar de eso. De verdad que no sé qué decir... no me parece importante.

-¿No es importante estar enamorada o estar en pareja?
-No me parece importante contarlo. No creo que cambie nada. Estoy bien, porque si no, no estaría con él. Pero no quisiera involucrarlo, porque no tiene nada que ver.

-Y desde tu punto de vista, ¿te costó volver a tener una pareja después de estar tanto tiempo sola?
-Eh... no.

-¿Te hizo bien ese tiempo?
-Eso es algo más que personal, demasiado íntimo. No es un tema del que yo hable usualmente, salvo que sea con una amiga, con mi mamá o con alguien que realmente sepa quién soy. Y últimamente no me sentí muy bien tratada por la prensa. Yo nunca hablé de eso (se le llenan los ojos de lágrimas). Me hizo mucho daño. Me parece que la única responsable de abrir o no esa puerta soy yo y no soy de las que les gusta contar todo. Soy extremadamente sensible y siento que me estuvieron faltando el respeto. Por eso decidí no hablar de mi vida privada. Nunca lo hice y muchos menos lo voy a hacer ahora. No quisiera dar la imagen de que algo es importante cuando ya no lo es. Ahora se me hizo un nudo en la garganta, porque soy toda cuerpo. Me pongo re mal. Soy muy física. Quiero que esto quede para un rincón privado.

-Entonces, cambiando de tema. ¿Tenés alguna propuesta para hacer cine o teatro?
-Sí, me voy a hacer teatro en el verano a Mar del Plata, con Guillermo Francella y Adrián Suar. La cena de los tontos. A mí me encanta la comedia y está buenísimo. Me convocaron para hacer eso y es un orgullo. Quise hacer teatro,… me puse a pensar en el tema y ¡me llamaron! Ahí está la prueba de la ley de atracción. Además voy a estar viviendo en una ciudad que adoro. Por suerte me eligieron sin tener que pasar por audiciones, algo a lo que le tengo pánico.

-¿Qué objetivo tenés para tu carrera?
-¡Todos! Hice la película Gigantes de Valdés en Puerto Madryn y quisiera hacer otra, también hacer comedia y telenovelas, porque la tele me encanta. Para mí lo artístico es como una fantasía y lo tomo súper bien.

-Y en tu vida, ¿cuál es tu objetivo?
-Todo, también.

-¿Incluido familia, casarte y tener hijos?
-Sí, quiero todo. Me quiero casar, tener hijos y todo eso, pero por ahora no. No pienso en ello. En algún momento sucederá, está dentro de mi lista de cosas a hacer.

http://www.revista-luz.com.ar/ed_0174/nota1.html